
Hoy se que no hay nada imposible, anoche supe la verdad, creí a mi alma inservible pero era cansancio vulgar, nada más.
Tú eres un don de la brisa, un ser de la resurrección, un pájaro con una risa capaz de arrastrar a la noche hasta el sol.
Río... me dejo ir en mano alegre, voy previendo, porque mañana, a lo mejor, hay un entierro o una mordida de pantera en lo más mío... Río, y no es un desafío a la vida del sueño, es que vivo camino al cementerio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario